El terremoto de magnitud 7.8 que el sábado azotó Nepal, dejó más de 3,700 muertos, miles de heridos y cuantiosos daños materiales, volvió a activar las alarmas en América Latina. ¿Se pueden predecir los sismos? ¿Qué tan preparados están países como Chile, Perú o México para enfrentar una emergencia de este tipo?
“Lo único que sí podemos decirle a la gente es que esté preparada, que tenga rutas de escape.”
Expertos aseguraron, semanas antes del sismo, que el movimiento telúrico siguió el patrón de grandes terremotos que tuvieron lugar en ese mismo lugar hace más de 700 años.
El descubrimiento de un supuesto patrón histórico fue hecho por un equipo de geólogos encabezados por Laurent Bollinger, de la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica de Francia. El grupo anticipó que ocurriría un terremoto precisamente en la zona de Katmandú, capital de Nepal.
Semanas antes, el grupo de investigadores realizó un trabajo de campo en la principal falla geológica de Nepal, de un largo de 1,000 kilómetros que recorre el país de oeste a este. Cavaron trincheras donde enterraron fragmentos de carbón para determinar cuánto y cuándo se movió la falla.
El procedimiento era sencillo. Las lluvias monzónicas taparon el rastro del tiempo y escondió las grietas. Pero con el truco del carbón los expertos pudieron determinar que el segmento de la falla que analizaron no se había movido en mucho tiempo.
El equipo determinó que con los años los sismos se repetían en los segmentos de la falla que investigaron y que podía existir un patrón. Paul Tapponier, del Observatorio de la Tierra de Singapur, uno de los integrantes del equipo de Bollinger, dijo que vieron que Katmandú podría estar expuesto a unos grandes temblores en el mismo punto de un sismo ocurrido en 1344.
Leer: Leer: Ardua búsqueda de sobrevivientes
El hallazgo del patrón, que se repite cada 80 o 90 años, cobró fuerza el sábado. ¿Coincidencia? ¿Un patrón histórico que permitirá a los científicos pronosticar con cierto tiempo grandes terremotos?
Mar de dudas
No todos comparten el optimismo del equipo de Bolliger. Algunos advierten que las probabilidades de que ocurra un sismo de gran magnitud, por ejemplo en América Latina, siguen siendo altas porque así lo indica el patrón histórico pero no necesariamente existe un mecanismo para prevenirlo días antes.
“Sé que se habla de gente que predice terremotos y eso siempre ocurre”, dijo a UnivisionNoticias.com Charles Walker, director del Instituto Hemisférico para las Américas de la Universidad de California en Davis, un historiador de terremotos en América Latina. “Además, siempre hay científicos serios y no tan serios que hacen pronósticos de todo tipo”.
De las probabilidades de un gran sismo en América Latina en los próximos 10 años, tema que se viene debatiendo desde los terremotos de Haití y Chile, en enero y febrero de 2010 respectivamente, Walker dijo que “es probable que haya un terremoto grande en Los Andes (entre Chile y Venezuela) en los próximos ocho o 10 años”, pero eso “no ayuda mucho y tampoco es muy controversial o arriesgado” de predecir. “En términos francos, es como pronosticar que Barcelona va a ganar la Champions League en los próximos siete años. Es probable que suceda. Y si uno se equivoca. No pasa nada, nadie se acuerda”.
¿Y cuál es la magnitud de un gran terremoto? En mayo de 1960 en Valdivia, Chile, se registró un sismo de 9.5 que lo convierte en el más grande de la historia. El movimiento provocó un maremoto cuyas olas llegaron a las costas de Japón varias horas después.
Tras el sismo de Nepal, Bollinger dijo que probablemente no fue lo suficientemente grande como para quebrar la tierra hasta la superficie, lo que sugiere entonces que la falla geológica esté acumulando más tensión y se vean más temblores de este tipo en las próximas décadas.
Depende dónde
El terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití fue de 7 grados y dejó unos 316 mil muertos y 2 millones de personas sin hogar. Puerto Príncipe, la capital, quedó en ruinas. Cuarenta y seis días después, el 27 de febrero, un terremoto de magnitud 8.8 azotó la zona centro-sur de Chile y desencadenó un maremoto. Murieron 526 personas.
El 25 de agosto de 2014, cuatro años y seis meses después del terremoto de Chile, un sismo de magnitud 6 sacudió el Valle de Napa, California. No fue el “Big One” que los californianos esperan que ocurra en la falla de San Andrés, pero como en Nepal, Haití y Chile hizo saltar las alarmas y las preocupaciones.
La pregunta regresó: ¿se pueden predecir los terremotos? ¿Advirtieron previamente los sismos de Haití, Chile y del Valle de Napa? ¿Es válida la teoría del patrón histórico hallada en Nepal?
“Todavía no”, dice Walker. “Se puede saber si hay más probabilidades, pero predecir -y así prevenir- todavía no. Todavía falta tiempo”, y en el supuesto caso de haberse hallado un patrón hay que corroborarlo con lo que se trata de prevenir, uno o varios terremotos.
“Desde mi punto de vista como historiador, la información histórica que se recopile del pasado sirve para estar preparado y evitar cierto tipo de viviendas o edificios. Haití nos da lecciones importantes y muy trágicas”, indicó Walker.
Dijo además que de acuerdo con el conocimiento de la historia de América Latina, “es muy posible -y ojalá no lo sea, que ocurra un gran terremoto” pero advierte que el Continente “no está preparado” para soportar un sismo de gran potencia como el registrado en Chile en 1960.
“México ha avanzado mucho y Chile ha mostrado una gran capacidad para la reconstrucción y para las emergencias, pero Lima no está preparada. Hay mucho trabajo por hacer”, dijo.
La falla de San Andrés
El historiador recordó que un “Big One” en la falla de San Andrés ocurre más o menos cada 150 años, “así que no es de extrañar que cada cierto tiempo una gran sacudida se presente en esta zona donde convergen las placas del Pacífico y la Norteamericana”.
El gran terremoto de San Francisco se registró en 1906, lo que daría a los residents tres o cuatro décadas más de espera si el patron se corrobora, como en Nepal.
Walker explicó que Chile y Perú están sentados sobre la placa tectónica de Nazca que el 1 de abril de 2014 registró un terremoto de magnitud 8.8 frente a las costas de Arica, en el norte de Chile.
El sismo causó daños en casas, edificios, carreteras y destruyó pueblos en sectores cordilleranos donde las construcciones, como en Nepal, son antiguas y de adobe.
Pero el terremoto de 2010 en el centro-sur de Chile echó por tierra lo que antes del sismo se daba por seguro. Complejos de edificios cercanos al estadio nacional de Santiago, construidos entre los años sesenta y los ochenta, quedaron inhabitables a pesar de ser antisísmicos.
“Se cayeron como dominós”, dijo a UbnivisionNoticias.com Adriana Hernñandez, una residente en el área afectada por el terremoto. “No aguantaron, se quebraron los cimientos”.
De las campañas de prevención del gobierno, Hernández dijo que “en Santiago no existen” y que en los últimos años solo se desarrollan en la costa “para el caso de un maremoto (tsunami)”.
“Ha habido simulacros pero solo para la costa. En Santiago no. Y después del terremoto de abril del año pasado aprendimos una lección que no se olvida. Aquella vez las alarmas no funcionaron en Arica. La ciudad entró en pánico cuando el mar se comenzó a recoger. Afortunadamente no hubo maremoto”.
La incertidumbre sigue
Walker dijo que, por ahora, “no se pueden pronosticar” los terremotos. “No sabemos cuándo habrá uno grande. Tenemos tecnología que nos avisa segundos antes, como sucedió en el Valle de Napa, pero nadie puede pronosticar el 'Big One', el gran terremoto”.
“Lo único que sí podemos decirle a la gente es que esté preparada, que tenga rutas de escape, que sepa dónde encontrará agua en caso se corten los suministros, y lugares seguros para proteger las vidas”, concluyó.
El mapa geológico del Continente muestra varias placas tectónicas oceánicas debajo de la corteza de las Américas que, a su vez, es atravesada por diversas fallas.
En el Pacífico la placa de Nasca se introduce hasta 700 km por debajo de la placa continental, explica el Centro Regional de sismología para America del Sur. “En algún momento aumenta su velocidad, y eso genera ruptura y desplazamiento”, agrega.
La zona más expuesta actualmente va del sur de Perú al norte de Chile, y por la falta de ocurrencia reciente de un terremoto de gran magnitud la energía se va acumulando y en algún momento va a estallar, señalan expertos.
En Guatemala, las autoridades también han advertido los riesgos crecientes de terremotos, sobre todo después del sismo de 1976.
En la mayoría de los países “sísmicos”, especialistas y funcionarios indican que se organizan con frecuencia simulacros de terremotos, se dispone de estaciones de monitoreo y de normas de edificación antisísmica, pero nada garantiza que lasmedidas sean suficientes para proteger a los casi 600 millones de habitantes de la región, más del 75% de ellos urbanos.
Chle, Colombia o Perú cuentan con reglamentación antisísmica para que las viviendas soporten terremotos de gran potencia, pero en Bolivia no hay controles y la mayor parte de la población vive en zonas vulnerables.
En Colombia, Bogotá, ciudad con riesgo sísmico intermedio donde viven millones de desplazados en edificaciones artesanales construidas en las veredas, más del 80% de las viviendas no cumple con normas sísmicas, según especialistas.
En Ecuador “existen construcciones irregulares en todo el país y eso es fuente de peligro”, advierte el Instituto geofísico de Quito.
Lo mismo ocurre en Venezuela donde más de la mitad de la población vive en viviendas sin capacidad para resistir un terremoto, y más del 60% habita, a su vez, en zonas de riesgo sísmico.
Walker advierte que América Latina no está preparada para un gran terremoto. “Algunos países están mejor que otros, pero hay mucho trabajo por hacer”, concluyó.
©Univision.com
Comentarios
Publicar un comentario